MADRID ARENA
A principios de noviembre de 2012 leí en
vuestro blog una carta de lectores en la que se ponían en evidencia las
indignantes similitudes entre la tragedia de Madrid Arena y la de Cromagnon.
Hoy esas similitudes me asombran a mí
también.
Entiendo perfectamente que los tiempos de
los tribunales no son los mismos que los de la gente común y corriente. Pero
¿Cómo se lo explican a los familiares y amigos de las víctimas?
Por lo tanto, las autoridades locales deben
afilar la punta del lápiz y tratar lo antes posible de determinar qué grado
responsabilidad han tenido sus funcionarios.
Tampoco se trata de cortar cabezas sin ton
ni son para calmar los ánimos. Comenzar por responder dos preguntas elementales
y simples:
¿Quién habilitó el lugar para que se
realizara el evento?
¿Quién o quienes debían fiscalizarlo?
Por
respeto a las víctimas, las respuestas no tienen que estar manchadas por
banderías políticas.
Si hubo funcionarios que se equivocaron,
deberán hacerse responsables de esas equivocaciones.
En Buenos Aires los familiares de las
victimas los forzaron (pacíficamente) a sacarse la careta y le costó el puesto
al Jefe de Gobierno. Es cierto que ninguna condena resucitará a las víctimas,
pero hace que se crea un poco más en la justicia, el darle a cada uno lo que le
corresponde.
Si el poder civil excluye de su seno a los
funcionarios que incumplieron con sus deberes, la confianza del ciudadano se
refuerza.
Lo tribunalicio es muchísimo más lento y
plagado de vistas, objeciones, apelaciones y recursos. En el caso Cromagnon se
tardaron 9 años, en Madrid Arena vaya uno a saber cuántos.
Lo que me ha indignado de sobremanera ha
sido el festejo de Franco Zuculini, jugador argentino del Zaragoza.
Muy lastimosa la frase “"Callejeros
inocente, la música no mata" que lució debajo de su camiseta. La música no
mata, pero los músicos sí pueden hacerlo (por acción u omisión). Impropia e
inadecuada su reacción. ¿Cuánto sabe este joven futbolista de las constancias
del expediente?
Una
de las formas de "reivindicar la música y lanzar un mensaje positivo"
es informarse acabadamente de las circunstancias que condujeron a la justicia a
condenar al grupo Callejeros.
No fue la primera ni la única vez que
Callejeros actuó en lugares sobrepoblados en exceso. Luego de 9 años la
justicia determinó que el grupo Callejeros era uno de los responsables de las
194 muertes de Cromagnon.
No debe que confundirse la música con sus
ejecutores.
Con Madrid Arena puede suceder algo
semejante, así que estén advertidos.
Cada acto humano tiene un responsable por
él. Aparentemente, el Magistrado está siguiendo los pasos que le marca el
procedimiento a pesar de que su Juzgado no cuenta con Secretario.
El camino será largo y tortuoso.
Los amigos de los muertos en Cromagnon
colgaron de los cables de la luz cientos de zapatillas para que todo el que
pasara por el lugar recordara su tragedia.
No olviden que los tiempos de la justicia
no son los mismos que los de la gente común y corriente, y que se pueden
alargar innecesariamente si el Gobierno no pone a disposición de la Justicia
los medios necesarios para llevar a cabo su tarea.
Firmado: Pablo (desde Buenos Aires,
Argentina)